Los trastornos del estado de ánimo que no se diagnostican pueden poner a los niños en riesgo de otras afecciones, como el comportamiento disruptivo y los trastornos por uso de sustancias, que persisten después de que se trata el trastorno del estado de ánimo. Los niños y adolescentes con un trastorno del estado de ánimo no siempre muestran los mismos síntomas que los adultos. Por lo tanto, a los padres les puede resultar difícil reconocer un problema en su hijo, especialmente porque es posible que no exprese fácilmente sus pensamientos o sentimientos.

Los trastornos del estado de ánimo más comunes en niños y adolescentes incluyen:

• Depresión mayor. Un estado de ánimo deprimido o irritable, que dura al menos dos semanas.
• Trastorno depresivo persistente (distimia). Un estado de ánimo crónico, de bajo grado, deprimido o irritable durante al menos 1 año.
• Trastorno bipolar. Períodos de estado de ánimo persistentemente elevado seguidos de períodos de respuesta emocional deprimida o plana.
• Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo. Irritabilidad persistente e incapacidad extrema para controlar el comportamiento.
• Trastorno disfórico premenstrual. Esto incluye síntomas depresivos, irritabilidad y tensión antes de la menstruación.
• Trastorno del estado de ánimo debido a una enfermedad médica. Muchas enfermedades médicas, incluido el cáncer, las lesiones y las enfermedades médicas crónicas, pueden desencadenar síntomas de depresión.
• Trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias. Síntomas de depresión debido al uso de drogas, los efectos de un medicamento o la exposición a toxinas.

Las niñas tienen al menos el doble de probabilidades que los niños de desarrollar depresión. Los niños y las niñas tienen la misma probabilidad de desarrollar trastorno bipolar y trastorno obsesivo compulsivo.

Los trastornos del estado de ánimo se pueden tratar con tratamientos basados ​​en la evidencia, especialmente con el reconocimiento temprano del problema. El tratamiento puede ayudar a controlar el episodio, reducir la gravedad de los síntomas y ayudar a prevenir episodios futuros. También puede mejorar el crecimiento y desarrollo normal de su hijo y mejorar su calidad de vida y sus relaciones.